
El caracol más bello del mundo
En la isla de Cuba se encuentra la mayor diversidad de caracoles del mundo y entre ellos el caracol más bello del mundo.
Este galardón lo obtuvo el molusco cubano en el año 2022 en el concurso promovido por el Centro Loewe para la Genómica Trasnacional de la Biodiversidad de Alemania. Los votantes consideraron que ningún otro caracol tiene una gama de colores tan amplia ni unos patrones tan complejos.
El archipiélago cubano se considera el paraíso de los caracoles terrestres en el mundo. Las temperaturas por encima de los 25 grados, la elevada humedad relativa y la constitución del terreno esencialmente de piedra caliza, hace que sea uno de los puntos más importantes de la biodiversidad mundial.
El paraíso de los caracoles terrestres en el mundo está en Cuba.
Entre la gran variedad de especies endémicas y curiosas que existen destacan las polimitas; moluscos (caracoles) terrestres que se desarrollan en la zona este de Cuba.
Esta especie ha llamado la atención de naturalistas europeos, americanos y cubanos desde el siglo XIX.
La palabra Polymita es un vocablo formado por dos raíces derivadas de la lengua griega clásica. Polymita significa muchas rayas, ya que está formada por las raíces poly: muchas y mitos: rayas.
Este molusco tiene un tamaño entre dos y tres centímetros y su fama la alcanza por las coloridas variaciones de su caparazón que exhibe una gama de tonalidades asombrosa.
Los naturalistas reconocen hasta ahora seis especies distintas de estos moluscos y entre ellos la más popular es la polimita picta o caracol pintado como también se le conoce pues se han llegado a estimar más de mil combinaciones cromáticas en sus conchas.
La isla de Cuba alberga la mayor diversidad de caracoles y entre ellos el caracol más bello del mundo.
Se pueden encontrar colores amarillos pastel, rosas, rojos, negros, blancos perlados u ocres. Sus conchas son del tamaño de una uva que forman un espiral sobre si mismas.
Desgraciadamente su belleza ha sido su principal enemigo y actualmente la especie se encuentra en peligro crítico de extinción.
Desde el siglo XIX sus ejemplares son codiciados por coleccionistas principalmente en Estados Unidos, Asia y Europa.
Actualmente es ilegal su captura en el medio natural y está prohibida su compraventa desde 2017.
Estos caracoles viven en árboles y arbustos, donde se alimentan de líquenes, hongos y musgos que le dan a sus conchas esos colores tan vistosos.
De momento no se conoce el propósito de esta coloración, si les protege de los depredadores o si les proporciona alguna otra ventaja en su hábitat.
Su alimentación mantiene a los árboles sanos, incluyendo las plantaciones de café muy comunes en la zona.
Estos animales son una importante fuente de alimento para otras especies autóctonas como el gavilán caguarero, también en peligro de extinción.


Las polimitas junto a un elevado porcentaje de los moluscos terrestres de Cuba, son hermafroditas. En cada individuo se hallan reunidos los órganos reproductores masculinos y femeninos. La especie utiliza los llamados dardos de amor durante su apareamiento en donde lanzan a la pareja un dardo calcáreo.
Esta forma de reproducción se conecta el mito del dios romano Cupido o Eros en la mitología griega, que también lanza dardos/flechas de amor. Los griegos tienen especies de caracoles nativas y eran muy buenos naturalistas y observadores.
Acciones encaminadas a su protección
El público cubano es cada vez más consciente del daño que causa la recolección de las conchas. No obstante las técnicas de mantenimiento forestal, el cambio climático y la captura ilegal son todavía situaciones que inciden en la supervivencia en el largo plazo de estos animales.
Existen programas educativos tanto para la población local como para los visitantes sobre la rareza y vulnerabilidad de la especie.
Se realizan acciones encaminadas a su cría en cautividad con el propósito de luego liberarlos al medio natural e igualmente la concienciación de los agricultores y habitantes de estas zonas.
Sobre la captura ilegal los investigadores apuntan que los verdaderos cargamentos, el verdadero comercio ilegal responde a redes bien organizadas de tráfico de especies.